Ser diferente. Nada fácil en sociedad alguna, y en la panameña menos, con sus patrones de comportamiento tan codificados y precisos. Y cuando la diferencia se lleva a flor de piel y salta tanto a la vista como el albinismo; y cuando tu padre es celoso representante de tu grupo socio-cultural renegando de tu albinismo, las cosas se ponen mucho peores.
Este es el caso del introvertido Tito, joven campeón de bolos, quien súbitamente y de mala gana debe viajar de su nativa Panamá a San José, Costa Rica, a buscar a César, su padre, con quien poco comparte y a quien apenas conoce. Típica mezcla de panameñito vida mía y gallito de pelea sin espuelas, César ha vivido su vida quemando puentes y pasado de entrenar campeones boxísticos en Barraza a ser maestro de educación física en las afueras de San José. Ahora, una miocardiopatía amenaza su vida.
Tito, quien sólo desea regresar a Panamá lo antes posible para participar en un soñado campeonato de bolos, ve sus posibilidades desvanecerse cuando César decide volver con él, o más bien, forzarlo a regresar juntos a Panamá en su bien cuidado pero igual anciano Lada, próxima arena de la pugna entre padre e hijo. Estreno mundial. Enrique Castro.